miércoles, 10 de agosto de 2011

Ojos verdes


Mi vida en verso...

6 comentarios:

Conejo blanco dijo...

Me encanta esta canción.

Si que es cierto que el corazón un día se curará, lo que no puedes saber es cuándo. Ya no vuelves a ser el mismo, y probablemente, dependiendo de la profundidad de ese amor, te quede algo dentro que te haga creer que sigues roto.

"And I'll keep on moving on for a while..."

Alexito dijo...

El corazón se cura. Pero la amargura se queda, y no desaparece nunca.

Conejo blanco dijo...

¿De verdad crees que la amargura no desaparecerá? No es bueno para ti, ni para nadie tener esa concepción tan desesperanzadora. Si piensas eso, es lo primero que te hace no avanzar y que siga permaneciendo, ¿no?

Un saludo.

Pierrot dijo...

Yo creo que lo que nos hace avanzar no es que decidamos si echamos a la amargura o no, ella va a hacer lo que le de la gana; si es lo suficientemente obesa como para no poder echarla del sofá, por mucho que lo intentemos nos va a tocar la silla de plástico. Lo que nos hace avanzar es que después del domingo viene otro lunes y, con amargura o no, tú sigues ahí y la vida es la misma y las cartas son las mismas y las reglas las mismas y tú, siento discrepar, sigues siendo el mismo, con los mismos defectos y las mismas virtudes. Así es que o juegas o pasas. Bonita canción, por cierto.

Conejo blanco dijo...

Es un tema difícil de tratar.
Os he hablado desde mí misma. No sé sí seguimos teniendo los mismo defectos y virtudes, pero si que creo que algunas actitudes y pensamientos cambian dentro de ti. Unos se crean, otros se destruyen, otros simplemente, evolucionan o viceversa.

Pierrot dijo...

Yo también hablo de mi mismo un poco, pero creo que básicamente la gente no cambia mucho. Yo no consigo dejar de caerme en la misma piedra, en el mismo sitio, por mucho que lo intento. Pero bien es cierto que no cejo en mi empeño. Voilá, quizá sea esa mi virtud. Sí, esas actitudes y pensamientos que van cambiando y evolucionando, como dices, pueden ser la solución para adptarse. La gente me suele interpretar como pesimista, pero yo veo mi "cosmogonía" como algo optimista. Negar que estás herido es una muerte segura, reconocerlo te puede salvar la vida.